Etiquetas
Los resultados de la primera vuelta tendrán un fuerte impacto, decisivo, en los valores de todos los instrumentos financieros.
A menos de un mes de las elecciones, los agentes económicos en general miran las encuestas – aunque desconfíen en gran medida de ellas – porque los resultados electorales influirán significativamente en el valor sus posiciones.
Por su parte, el FMI ha cuestionado las medidas gubernamentales recientes y expresada preocupación sobre los efectos futuros de la dolarización, y respecto de los Indicadores clave que definen lo que deja el gobierno a si mismo o a quien resulte ganador.
La incertidumbre eleccionaria agrega volatilidad a todas las cotizaciones.
Los Indicadores clave que definen lo que deja el gobierno a si mismo o a quien resulte ganador:
- Inflación de entre 150% y 200% con un conjunto de medidas monetarias eleccionarias que la incentivan cada vez más, y consumen más de 1% del PBI;
- US$ 5.000 millones de reservas negativas en el Banco Central;
- Déficit fiscal de 3% del PBI y creciendo financiado con emisión monetaria;
- Crédito internacional cerrado y tasa de riesgo país superior a 2.400 puntos;
- Caída de los precios de los bonos públicos y las acciones;
- Mercado cambiario camino a una inevitable devaluación post elecciones;
- Inflación entre el 150% y 200%;
- Reservas negativas en el Banco Central por valor de US$ 5.000 millones;
- Tasa de riesgo país superior a 2.400 puntos;
- Deuda del Banco Central de $ 19 billones en Letras de Liquidez (Leliqs), generando por intereses la necesidad de emitir $ 1,9 billón mensuales, impulsando más inflación y haciendo caer la demanda de dinero (la gente gasta los pesos lo antes posible);
- 50% de todas las operaciones en negro;
- Pobreza para el 40% de la población, a pesar del aumento del gasto y el intento de expandir el consumo con un conjunto de medidas de reparto de dinero como plataforma electoral;
- Una versión del dólar soja finalizada con presiones que no cesan a pesar de liquidar 75% al dólar oficial y 25% contado con liquidación;
- Dólar libre en alza ($ 790) el jueves 28 de septiembre;
- Bancos en alerta por el destino del alza (depósitos en dólares, que habían bajado las semanas previas a las PASO de agosto, que no se recuperaron y se mantienen estables en torno a los U$S 15.100 millones de dólares;
- Inestabilidad institucional: el oficialismo aprobó estérilmente a los efectos prácticos el pliego de la jueza Figueroa para desatar un enfrentamiento sin precedentes con la Corte Suprema que desvíe parte de la atención hoy enfocada en las elecciones;
Los bancos tienen en conjunto unos US$ 4.000 millones en efectivo en sus tesoros para abastecer una demanda limitada de dólares por parte de sus clientes. Un alto funcionario de Economía sostuvo que los dólares le alcanzan al gobierno hasta el 22 de octubre; el 23 se verá que pasa.
La devaluación por exigencia del FMI.
La devaluación en respuesta a exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha demostrado la casi instantaneidad con la que se efectúa la transferencia de las variaciones del tipo de cambio a los precios, y la inconmovible disparidad existente entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio libre.
Esto indica, sin posible contradicción que los precios ya se encontraban ajustados y alineados con el tipo de cambio libre, de hecho, aumentaron por una devaluación del tipo de cambio oficial. Esta realidad es un concepto clave para quienes propician un sistema de doble circulación monetaria, con dos monedas de curso legal, tanto como para los que pretenden una completa dolarización de la economía.
La reciente experiencia con la devaluación del tipo de cambio oficial indica la necesidad de que antes de optar por cualquiera de los dos sistemas monetarios hoy difundidos por Patricia Bullrich y Javier Milei es necesario unificar y liberar el mercado cambiario cuidadosa y lentamente evitando la liberalización inmediata que implicaría un salto devaluatorio muy fuerte, como ha quedado demostrado en la última devaluación.
El proceso tomará mucho tiempo, porque se necesita un reordenamiento y una enorme reducción del gasto público para eliminar el déficit fiscal definitivamente y terminar de recurrir a la emisión monetaria.
La iniciativa de llevar a cabo una unificación y liberalización inmediata del mercado cambiario implicaría una fuerte devaluación inicial que no permitiría percibir estabilidad inicial por parte del público provocando reacciones sociales, quitando en pocos días el respaldo popular necesario para la implementación de esta y todas las reformas de envergadura que se requieren.Principio del formulario
¿Habrá un ganador en primera vuelta o habrá balotaje?
Las posibilidades de que Javier Milei gane en primera vuelta con más del 45% de los votos son mínimas, según un resumen de todas las encuestas digitales y presenciales disponibles, como puede apreciarse en el resumen.
Sin embargo, se considera que podría obtener más del 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo candidato, al menos eso es lo que surge de 1/3 de las encuestas creíbles, que no son más de 7 de las 12 del gráfico.
Un balotaje entre Milei y Massa es un escenario probable, en opinión de la mitad de los encuestadores, mientras que la probabilidad de una segunda vuelta entre Milei y Bullrich es estimada como posible por solamente 2 encuestadores.
Los agentes económicos prefieren una definición en primera vuelta debido a que la incertidumbre es perjudicial para el valor de los activos financieros. Un balotaje entre Milei y Bullrich se considera menos favorable para los inversores externos.
En una disputa mano a mano entre Milei y Massa, las opiniones se dividen.
Massa estaría obligado a contener las presiones cambiarias y evitar una devaluación, pero si el mercado percibe seriamente que Milei ganará, aumentaría la presión hacia la devaluación porque Milei ha abogado por la dolarización de la economía y ha fijado un valor de equilibrio del dólar de $750, en línea con los dólares financieros. No obstante, no se ha expedido sobre la forma de atenuar un pass through muy fuerte y menos sobre la forma de atenuar los efectos sobre los ingresos.
El peor escenario para el valor de los activos financieros sería un balotaje entre Milei y Massa, ya que las semanas entre la primera elección y el ballotage generarían enorme incertidumbre en términos cambiarios, con fuertes incentivos para no devaluar, pero también una presión significativa para hacerlo fuertemente según quien resulte ganador.
El resultado de las elecciones en Argentina es incierto, y los agentes económicos están evaluando varios escenarios posibles, prefiriendo siempre una definición en primera vuelta, pero altamente inquietos por la volatilidad cambiaria en otros escenarios.
Contexto Internacional y su impacto local
Actualmente hay una fuerte relación entre las tasas de interés, la devaluación de las monedas en países emergentes y los precios de las materias primas, con un enfoque particularmente negativo para la situación económica de Argentina.
Para los inversores institucionales, los bonos soberanos se presentan como una opción de cobertura atractiva, dado que las tasas de interés locales son inferiores a las de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Por su parte la Reserva Federal de Estados Unidos aumentará las tasas de interés a corto plazo, lo que provocará un incremento de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Eso se puede ver porque las tasas a 2 y 10 años del Tesoro estadounidense están actualmente en el 5,14% y 4,61% anual.
Este aumento en las tasas de largo plazo en Estados Unidos impulsa la devaluación de las monedas de los mercados emergentes, pero a pesar de esa situación que debería impulsar a la baja, los precios de las materias primas han aumentado, porque el precio del barril de petróleo ha superado los 90 dólares.
El dólar se mantiene fuerte, pero los precios de las materias primas agrícolas parecen haber llegado a un nivel mínimo, y tendrán un fuerte aumento en pocos meses debido a la volatilidad climática a nivel global. El trigo se cotiza diciembre baja, los a 231 dólares, el maíz para abril de 2024 a 191 dólares y la soja para junio a 341 dólares por tonelada.
Localmente
Las reservas del BCRA son U$S 27.055 millones de dólares, lo que indica incapacidad para evitar la devaluación del peso. Los pasivos monetarios remunerados (LELIQs) ascienden a $21,0 billones, y el resto de la circulación monetaria es $ 6,5 billones, por lo cual el tipo de cambio de equilibrio ya ha llegado a $ 1.000 por dólar.
No hay ninguna señal de medidas que contengan el deterioro en la economía por lo cual no existirán ingresos significativos de divisas por varios meses, tanto por el lado del dólar «vaca muerta» como por las retenciones a la exportación de carne vacuna. Esto ha provocado un aumento en los tipos de cambio no oficiales, como el dólar libre superando $810 el dólar contado con liquidación $790 y el dólar MEP $ 710.
El plan de estimular la entrada de dólares a través del sector agroindustrial, conocido como el «dólar Vaca Muerta,» no ha tenido el impacto esperado hasta el momento. Por otra parte, la ausencia de una reducción de las retenciones a las exportaciones de carne vacuna, que representan un componente importante de este esquema, plantea interrogantes sobre su eficacia a corto plazo.
El aumento del dólar libre se debe a una combinación de factores, la incertidumbre prelectoral, la inyección de pesos en la economía, las expectativas de devaluación, la adquisición de dólares financieros y la escasez de reservas en divisas extranjeras. Estos elementos han convergido para impulsar la demanda de dólares libres como una forma de preservar el valor de cualquier activo en un entorno económico volátil.
Como se sigue financiando el déficit
A pesar de todas las dificultades locales y el mal entorno mundial, el gobierno ha logrado colocar deuda por $ 534.270 millones, renovando $250.494 millones. En consecuencia, obtuvo nuevos préstamos por $ 283.776 millones, lo que indica que el mercado continúa desestimando – por el momento eleccionario – los pronósticos de un corralito financiero o la incautación de depósitos en dólares.
La inflación se mantendrá en cifras de dos dígitos, aunque el Banco Central aún cuenta con margen para no aumentar las tasas de interés, de 118,0% nominal o 209,0% anual en términos efectivos. En el mercado de futuros de dólar, los valores indican que se espera una nueva devaluación, con tasas implícitas muy altas en contratos de futuros de distintos plazos.